domingo, 4 de octubre de 2009

BUENAS ACCIONES

Me río con las cosas de mi marido porque sus buenas acciones diarias son muy curiosas, por ejemplo, tira algo que no ha usado en un par de años, y al liberar los cajones o dejar algo más claro el armario ropero, siempre dice:
-¡Qué bien!... He hecho mi buena acción de hoy. Hay algo menos que estorbe en casa.
Como puede suponerse, ahí no queda la cosa, porque la ropa, no se tira. Se lleva donde la reciclan o la venden o la regalan siempre con fines benéficos. Y buena acción es para nosotros mismos, porque...¿a que nunca se encuentra un rato -casi siempre por pereza- para dejar los cajones libres de cosas inservibles?

¿Alguien se ha preguntado la utilidad que tienen las revistas que a veces se nos almacenan sobre la mesa? Prueba a llevarlas a una residencia humilde de ancianos y verás con qué ansia se las disputan para cojerlas los primeros aunque estén algo anticuadas. A unos les va hacer crucigramas, sopas de letras, sudokus etc... A otros, les chifla el horóscopo y enterarse, además, que se ha enamorado una princesa china de un torero español y que la diva de turno, ya tiene el lunar de la comisura de su preciosa boca en la ceja de tanto estirarse la piel.
También en esas mismas residencias, se es bien recibido al que va a escuchar al pobre señor solitario con ganas de hablar y contar sus batallitas o a la anciana que no para de contar los muchos pretendientes que tuvo cuando era joven y guapa. O se echa una partidita de bingo con algún grupo por el mero placer de hacer algo distinto. Pasar el rato y hacer que esas cabezas no estén en un mutis sempiterno.
Esto vale igual para el que es creyente como para el que no lo es, pero como yo pertenezco a los primeros y sé que Dios no tiene el mismo rasero que usamos los terrenales, estoy segura de que lo apunta todo y como decía a punto de morir, el viejo profesor Tierno Galván, sería bueno, "si Él existe, que tuviera en cuenta todo lo que se hizo por los demás". Además, la satisfacción ya es un premio grande.

Perlas del Segura