lunes, 27 de abril de 2009

¡HOLA AMIG@S!


No hay mayor alegría
que la de volver a donde se desea...

No existe mayor satisfacción
que la del reencuentro anhelado...

Abril se me va cayendo en el calendario y me ha dejado mis fechas preferidas, el regalo de efemérides entrañables.

Celebré el cumpleaños de mi hijo, que se me va escapando en pos de sus nuevos intereses con la misma suavidad que se eleva la espuma. Es natural. Su solicitud es la misma, pero obligado a espaciarla. Su profesión es de mucha dedicación y ahora, encima, anda ampliando con más estudios y planificando horizontes de emancipación...

Celebré el santo de mi segundo nieto Marcos, que ya pronuncia nuestros nombres bien y que juega a ser mayor queriendo correr sin darme la mano. Ya sube solo al tobogán "grande" y ayuda, con sus tres años de edad, a que su hermanito Yago, de uno, no pierda el equilibrio en su empeño por andar. Luego,la hermanita mayor, Laura, de cinco años que se pone nerviosa cuando nos recibe, deseando demostrarnos que lee más rápida que la última vez que la vimos y que ya ha memorizado un nuevo poema de los que yo les dedico.

Y...mi cumpleaños ayer día 26. ¡Qué velocidad llevan los días! Estoy muy bien y espero que esto dure y que Dios nos siga manteniendo. Sé que me lo deseais... Yo os envío todo mi agradecimiento.

También presenté, por fín, mi novela "La casa del Canónigo" ¡Lleno el salón de actos...! Caras muy conocidas de paisanos a los que hacía mil años que no veía y otras muchas que me quisieron conocer. Algunos escritores amigos, familia, ex-alumnos y alegría de saber, que muchos de los que ya la han leído, se han pasado ratos divertidos... Satisfacción gordísima, amigos.

¡Muchos besos a todos!


Perlas del Segura