domingo, 19 de enero de 2014

Pues...a ver lo que duro.



Digo, que es bueno retomar lo que se dejó por concluir. porque nunca se acaba del todo. Que es bueno dar rienda suelta a la imaginación. Que es bueno volver a conectar con los amigos, los que fueron, los que son y los que están por venir. Con los que "se fueron", no, porque...¿para qué molestarlos si salieron ya de este mundo? Además, me da respeto, que son muy suyos y,  en la paz que encontraron, sé de buena tinta que no les agrada las intromisiones terrenas. Bueno, a mi madre, que esté en la Gloria, la mareo como si aún estuviera a mi lado y ella, madre al fin, me atiende, me dirige aunque he de decir que disfruto, cuando dentro de la espiritualidad y alegría que el contacto trae, no puede decirme aquello de... -" ¡Ya te lo dije, que no me haces caso nunca...!"  (Ya no quiero que me regañen)
Porque soy de pensar y hacer y después, recapacitar para reafirmarme en lo hecho, o llorar a moco tendido por mi precipitación. Ella me lo decía. Cada vez añoro más a mi madre y me sorprendo viendo cómo me parezco más a ella en fondo y forma pero...no tengo aquella imaginaria varita mágica suya con la que dejar tranquilos a los que la rodeábamos buscando alguna solución.  
Mi raíz, anclada en el suelo vital que nos sostiene, noto que es cada vez más vulnerable. Se debilita... Me voy doblegando lentamente pero agradezco tener fuerzas para  no caer.  Me mantengo erguida aunque ya van pesando las vivencias de carrusel que envuelven mi existencia.
Y a pesar de esto, me encuentro llena de vida, con muchas ganas de disfrutarla y de inventar cada día cosas nuevas en la feria de color que me creo con las cosas agradables que  van llegando. Las otras, las cosas que no llegan buenas, las coloco en la estantería  de la lógica y la resignación y así teniéndolas también presentes, mantengo la alerta y la conformidad de que alguna vez seré también para los míos solo un recuerdo y mientras...pues eso: ¡a vivir!



Perlas del Segura