Ha llegado el momento de besar y abrazar al verano. Lo disfrutaré seguro, entre risas de críos imparables y agudos que serán mis nietos y de mis pequeños resobrinos que son todos iguales para mí.
martes, 14 de junio de 2011
YA ME VOY, PERO ME QUEDO...
Ha llegado el momento de besar y abrazar al verano. Lo disfrutaré seguro, entre risas de críos imparables y agudos que serán mis nietos y de mis pequeños resobrinos que son todos iguales para mí.
martes, 24 de mayo de 2011
CONTINUACIÓN...
lunes, 23 de mayo de 2011
DESCONCIERTO
martes, 17 de mayo de 2011
ALGO DE FEMINISMO
jueves, 12 de mayo de 2011
LORCA EN MI RECUERDO
viernes, 6 de mayo de 2011
CUENTO PARA NO CONTAR A NIÑOS
Ya que nombré a mis hermanos, he de decir que desaparecieron pronto de mi vida infantil. Los pobres fueron internados en un colegio para huérfanos dignos de las novelas de Charles Dickens y yo me quedé enfermiza, triste y sola con mi madre y su tristeza de viuda joven, sin las historias fantásticas de mi hermano mayor y sin la complicidad de mi segundo hermano.
martes, 26 de abril de 2011
¡OTRO CUMPLEAÑOS MÁS!
sábado, 2 de abril de 2011
UNA CASA RURAL
Ana, guapa:
Te mando este mail porque sé que abres tu correo bien temprano. Me vuelvo. Ya sé que os dije a mamá y a ti cuando os dejé al loro, que iba a estar veinte días perdida por entre estas rocas de las Hoces del Cabriel, a ver si de una vez pongo un poco de orden en mis ideas, pero he cambiado de parecer.
La casa rural…rural del todo, con vistas a los cortados, al embalse y con un aire puro envolviéndola que da gusto. La dueña es una ancianita sonriente de boca apretada porque los dientes los tiene como el “deshoje” de una margarita: uno sí, otro no, uno sí, otro no… Guisa de muerte pero nada suave porque hace una olleta de alubias pintas con oreja y morro de cerdo, que te chupas los dedos y para cambiar, hace el cocido cofrentino, con tocino y morcilla del lugar con lo que creo que he engordado en estos siete días, un par de kilos.
El caso es que me dio la habitación con vistas a los picachos verdes, preciosa, pero también una ventana de esa estancia, daba al corral. Me dijo que a otros huéspedes, les encantaba. Tenía, que los he contado, seis gallinas ponedoras, tres patos hermosos, un cerdo enorme, una cabra fisgona y simpática que te seguía con la mirada a donde quiera que te movieses y…un gallo. ¡El gallo…! Un engreído de narices que llevaba mártires a las pobres gallinas con su fachada de macho guapo y que hacía huir hasta los cerdos. Por si fuera poco, era de los que cantan en cuanto ven una luz en la madrugada y como al ir al baño, tenía que encender la lamparita del pasillo, pues el tío... ¡a cantar! El primer día, bueno, pero el siguiente, intenté llegar al aseo con la luz del móvil, tropecé con una sillita de enea y vuelta a revolucionar esta vez a todos los animales y a la vieja, que casi me muero del susto cuando la vi delante de mí con un gorro de colorines, unas sayas blancas hasta los pies y la boca abierta de par en par. Parecía el fantasma de la navidad.
Os lo contaré todo con detalle cuando llegue pero te adelantaré, que los días restantes era tal el kikirikí que soltaba el pollo allá a las cinco de la madrugada, que con razón la dueña se quejaba de que las gallinas, no ponían “guevos” ¿Cómo van a darlos con el susto que se llevan? Pero anoche, me tomé la justicia por mi cuenta. En mi paseo, cogí un par de piedras hermosas a ver si al lanzárselas se callaba. A la primera, lo conseguí, pero cuando más disfrutaba de mi sueño con las primeras luces, otra vez estalló su irritante canto. No me lo pensé y con toda mi fuerza, lancé la segunda y…¡qué pena siento! : creo que he matado a la cabra. Sí, porque a eso de las ocho he visto a mi enemigo despierto y la cabra parecía demasiado dormida a esas horas. ¡Pobrecilla y qué pena me da...! Entonces, he hecho mi poco equipaje, he dejado una nota de despedida urgente a la viejecita diciendo que mamá estaba enferma, doscientos euros por la estancia y cien más para que reponga a la cabra difunta (aunque no he escrito nada de mi hazaña) y me he bajado al pueblo a toda leche antes de que despertase y aquí en un cibercafé, espero el autobús con impaciencia para largarme cuanto antes por si le da la idea a la mujer y aparece con una estaca para vengar al animal.
Os recogeré al loro y ya hablamos. ¡Pobre cabra...! No dejo de pensar en ella y espero que esté viva.
Besos, hermana.
domingo, 27 de marzo de 2011
PASABA POR ALLÍ
Pasaba por allí después de mucho tiempo.
Vi su ventana entreabierta…
La cortina de encaje bailaba mecida al viento
y percibí en el ambiente el aroma de su cuerpo.
Y me sorprendí…
No podía esperar que mi última lágrima,
la que pude encarcelar asida a mi sufrimiento,
huyera entre los cristales de mis tristes ojos secos.
Pasaba por allí después de mucho tiempo.
El eco de su llanto, como infame compañero,
hace que me consuma porque creí oírlo de nuevo…
Pensé que no sentiría…que no la echaría de menos
que, enredado en otros lazos de falsos y dorados cielos,
se borraría el camino sembrado de nuestros sueños.
Y me sorprendí…
Noté que no se consuela el que vive del recuerdo
cuando la razón se frenó agitando el desconcierto.
¿Cómo implorar que las horas contando hacia atrás el tiempo
vuelvan repitiendo ilusiones e imaginar que nunca se fueron?
No pude acallar las lágrimas hijas de mi desaliento…
Sentí que me abrasaban al recordarte de nuevo
y, ni figurándote muerta, arranco el punzón de mi pecho.
miércoles, 2 de marzo de 2011
EL DISCURSO DEL RE..RE..REY
Me voy a acordar de la película "El discurso del rey" toda mi vida. Mi hija que en un principio me acompañaba, ha decidido de pronto que se metía a ver "El cisne negro"
Nos hemos comprado las palomitas de rigor y cada una a su sala. La mía, con la luz apagada. No veo ni torta y encima, por esto de la crisis no hay aposentadores. Con el paso inseguro, he ido sembrando palomitas por encima de los sufridos compañeros de fila. Juro que esto es muy raro en mí. No me agrada molestar ni llegar tarde.
Me ha gustado caer al lado de una señora mayor y así que pareciera que estábamos juntas. Un recelo tonto lo de ir sola al cine y, encima, no he comido palomitas porque la señora las ha mirado "raro" aunque estaba todo oscuro. Bajo el asiento se han quedado por olvido.
Luego, me ha "radiado" casi toda la película muy quedamente y me llegaban algunos pasajes a mi oído con antelación a las imágenes envueltos en cierta halitosis...
-Pero...¿usted ya la ha visto?
-Con ésta, tres pases...
-¿Y eso? ¿Amante de la historia inglesa? ¿Entra gratis? -le he preguntado curiosa.
-No...Yo era tartamuda a veces. Mi madre me "sacudía" si tartamudeaba.
He pensado que con lo que hablaba, menos mal que esa triste condición la había perdido. Ya era afición recordar su defecto con la película.
-¿Su madre le pegaba? ¿Por qué?
-Creía que lo hacía a propósito para imitarla porque ella sí que "explotaba" para empezar a hablar.
Estaba claro. La madre lo consideraba una falta de respeto, seguro.
-Me curé con "buchitos" de anís los domingos que no iba al colegio. -Me ha explicado-.A veces me mareaba, no crea, porque sin querer, algo tragaba. Algo me hizo ese remedio. En vez de tartamudear, dormía, eso sí.
-Ya...-Casi, casi, me río.¡Menuda cogorza debía coger la pobre tartajosa!
-Además...
¿Qué me iba a contar ahora?
-Me encanta el rey...
¡Ah, vieja cuca!...He pensado. Ya me lo explico.
-¿Juan Carlos? -le he dicho con malicia.
-¿Juan Carlos?...¡Qué tontería dice usted? ¡Colin Firth, hija, Colin Firth...!
No está mal de gustos la buena ancianita...
Pregunto:
¿Os habríais levantado para buscar otro sitio?
¿Le habríais dicho que se callase?
¿Os hubierais comido las palomitas y le habríais echado con venganza el aliento?
¿Hice una obra de caridad? ¿La tonta?
Y...¿Os parece majo Colin Firth tartamudeando y todo?
miércoles, 23 de febrero de 2011
RECORDATORIO
miércoles, 16 de febrero de 2011
OPTIMISMO
viernes, 4 de febrero de 2011
CAMINO DE LA DESESPERANZA
martes, 4 de enero de 2011
ASOCIACIÓN DE ESCRITORES DE LA REGIÓN DE MURCIA
Perlas del Segura