martes, 14 de junio de 2011

YA ME VOY, PERO ME QUEDO...



Ha llegado el momento de besar y abrazar al verano. Lo disfrutaré seguro, entre risas de críos imparables y agudos que serán mis nietos y de mis pequeños resobrinos que son todos iguales para mí.
Voy a la cocina, mi despacho oficial en los meses de canícula, a que me regalen los oídos por mi buen hacer en los fogones. Una pena que mi elaboración en ellos dure poco, porque todo "cae" en un santiamén. Me voy de juez de paz entre los chiquillos que tienen el gusto de desear lo que tiene el otro crío. Me voy de contadora oficial de historias...A que los tenga un rato en reposo hasta que los párpados se les cierran como persianas de madera... (¡bendito y temprano sueño!)
Voy de "disfrazadora" ocurrente a los carnavales improvisados de la chiquillada con ropas trasnochadas...A los ensayos de teatros imposibles. Me voy a malcriar. A escuchar -cómo muchas veces- lo que tanto oigo en distintos tonos pero enfáticos siempre: "¡Mamá...!; ¿Mamá?; Pero...¡¡mamá!!; ¿Y mamá?; Oye, mamá... ¡Tienes cada cosa, mamá!"

Que por muchos años sea y que me duerma en la playa al atardecer cuando ya el sol me cubre con rayos suaves y maduros sin que me queme, hasta que me despierte con el mar lamiendo mis pies cansados de tanto bregar...¡Qué buen cansancio!


Conocedme un poquito:

Presentación de "Poesía boba para aprender" en Ceuta. Fueron doce colegios el año 2008 y otros doce en el 2010 en la segunda impresión, los que pasaron por la biblioteca infantil y todos disfrutamos. Eso sí que era un acto multiracial: Árabes, hindúes, hebreos y...autóctonos. Alumnos de entre diez y doce años.

Abril de 2011.- Con los párvulos del Colegio Infantil Los Rosales" de Molina de Segura, mi pueblo, con chiquitines de tres a seis años. Me recitaron algunos de mis poemas y se hicieron unas caretas de "Vaca Narcisa". Yo quería que se la levantasen para ver sus caritas, pero se gustaron ellos más de esa guisa.

¡Me hubiese robado a la chiquitina de chocolate y pelo de lana...! Quería ir conmigo.

Decoraron las clases porque me esperaban e hicieron cuadernillos que son dignos de premiarse.

Presentación en Ceuta.

Presentación de "Molina es mi pueblo"

Cierro el concurso de relatos cortos "La Casa de la Torre", donde me acompañan el ganador y el escritor, paisano y amigo Illán Vivas.

Presentación de mi novela "La Casa del Canónigo" ¡Esa casa que existe y que está esperando a que me toque una primitiva...! Solo vale 25.000.000 millones de las antiguas pesetas... Pero ya no está como la recuerdo y la plasmo en el libro. Le falta el porche y ya no existe la madreselva. Me consolé haciéndome una foto en su verja y otra hice al camino. Solo hay un poco de la huerta aquella de mi infancia...Una pena.

Hasta mi vuelta, que lo paséis bien...Muy bien. Os lo deseo de corazón. Ah...: Y os leeré a los que sigáis, menos vagos que yo, aunque no os comente.

Un fuerte abrazo, amigos/as.


martes, 24 de mayo de 2011

CONTINUACIÓN...

En el correo me piden que acabe la aventura de la boda en Lorca. Pues voy sin demora que hay curiosidad y yo apenas tengo tiempo para publicar. Se acercan las vacaciones y el blog debe descansar en breve.
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Aquello fue muy inesperado y ni siquiera en el cine había visto nada igual, entre otras cosas, porque hasta entonces veía pocas películas, pero ver al novio desplomarse en su silla de terciopelo rojo, blanco como la nata, y tirando del nudo de la corbata para facilitar a la saliva su paso por la garganta, eso era digno de ser grabado para la posteridad. Un guión penoso e impactante.
Mi prima y yo, que según ella estaríamos por los catorce o quince años, nos levantamos como lanzadas por un resorte y tomamos posesión delante de la primera bancada que ocupaban los invitados más allegados...(¡Faltaría más!) La novia se llevó las manos a la cara y se cubrió el rostro a la vez que soltó un ¡ay! penoso. Luego ante el llanto de la chica, el novio, con voz titubeante, volvió a manifestarse sin dejar de mirarla en su pena:
"_ No...No quiero, señor cura. Yo vengo hoy aquí engañao..."
Dos hermanos de la novia y un primo, grandes como tanques, hicieron el gesto de ir hacia él, pero los sujetaron, afortunadamente, unas señoras bizarras y valientes, porque de tener valor era ponerse a forcejear con semejantes ejemplares de tíos. Eso, o yo era corta de estatura, que también podía ser.
Don José, aquel cura santo, párroco de San Diego, que no tenía nada suyo porque todo lo repartía, salvo la sotana raída y unos zapatones gastados, invitó a que pasaran los novios a la sacristía y lo consiguió después de muchos esfuerzos, porque no debían pasar todos. Solo los padres y padrinos de los contrayentes, algún otro familiar incluido los tres tanques y...nosotras. Mi prima, algo más prudente que yo, pero poco, se quedó rezagada, así que cuando cerraron las puertas de la sacristía, se quedó fuera. Sola yo ante el peligro y mi insaciable curiosidad.
Habló el macilento novio, verde y nervioso:
"-Don José...La hermanica de la novia, no es su hermanica...Es su hija, Padre, ¡su hija!
El buen sacerdote, se calló sorprendido unos instantes y casi todos se pusieron a llorar -yo también, no sé el porqué- y, menos la novia, cabizbaja y muda, con los ojos emborronados de azul todos hablaban a la vez atropellándose, entre suspiros acongojados y sorbitones de mocos.
Don José se hizo oír. Decía algo de la Magdalena...de cariño...de arrepentimiento...
La mujer del sacristán, Piedad, haciendo honor a su nombre, trajo agua de azahar y fue repartiendo para que los nervios se templasen y como yo era una más, pues me arreó la buena señora medio vaso que casi echo las tripas porque nunca me gustó ese remedio. Me figuro que me estuvo bien empleado.
Acabó el pobre contrayente admitiendo que quería a su novia y que también había tomado mucho cariño al angelito de la niña en los dos años de relación que llevaban, pero que se lo tenían que haber dicho porque empezar así una vida en común, era falta de confianza.
Una comadre de aquellas hizo un comentario desafortunado:
"-Pues mira, mejor. Así ya sabes que vale..."
A mí aquello, me resultaba chino total. ¿Para qué había de valer? Es el caso, que cuando ya estaba casi convencido el muchacho, casi da marcha atrás por culpa de aquella observación de la gitana.
No me extenderé más, porque "salimos" de la sacristía consolados, convencidos y hasta el novio, amoroso, sin perder su color de aceituna, besó a la novia en la frente (claro) varias veces y los mastodontes le daban para congratularse cada palo en la espalda, que más que de amigos, era una buena tanda de latigazos.
A la salida, el flamante esposo con su hijastra-angelito en los brazos. Miradas tiernas sin rencor a su guapa y joven mujer. Ella con los borrones en los ojos y los párpados enrojecidos. La madre de él, la madrina, con gesto fruncido y mi prima y yo...muertas de pisotones porque a la fuerza queríamos mantenernos en primera fila.

Me digo que ahora esto no hubiese ocurrido. Al menos por estos motivos. El novio iría al altar o al juzgado consciente de que iba a encontrarse con una hijita desde el principio y nosotras, acostumbradas a los tiempos que nos ha tocado vivir, ni siquiera nos hubiésemos quedado a una ceremonia en la que nada pintábamos. Me hubiese ahorrado el trago de la angustiosa agua de azahar.

lunes, 23 de mayo de 2011

DESCONCIERTO


Amigos, me desconcierto. Hace unos meses recibí un e-mail en el que me explicaban lo malo que es el aspartamo para el organismo. Bueno, pues dejé de tomar sacarina, que a veces lleva esa química en su composición aunque la mayoría de las veces, no es así.

¿Por qué dejé de tomar azúcar? Pues porque se nos dice que es hidrato de carbono, engrosa nuestras venas, tú engordas y encima te puedes hacer diabético. Me pasé a la sacarina que me resultó tan dulzarrona, que me costó acostumbrarme. Pero ya, con eso del aspartamo, que no sé qué es y que suena a guerrero griego, también abandoné y me tomo el café sin nada. Amargo total. Lo saboreo, lo paladeo, me deleito en su aroma mientras cierro los ojos y me transporto a un cielo de cafetales mecidos por un viento suave...

El café -leí en un nuevo mail- es fuente de vida: activa el ritmo cardíaco a los que lo tenemos remolón y perezoso, taquicardia arriba o abajo...Estimula el apetito...Provoca actividad alegre...

Pero ayer...¡Ay, ayer...! Resulta que vuelvo a recibir un nuevo correo: nada de café. Puede provocar extra-sístoles. Ennegrece el intestino (claro, no lo iba a poner blanco). Acelera el pulso. Puede producir imsomnio y...¡disminuye el apetito! ¿En qué quedamos, primo?

Ya no sé qué pensar, pero he vuelto a la sacarina y cuando me apetece, al azúcar y me tomo cada café, descafeinado, eso sí, que se puede cortar con cuchillo y tenedor. Porque me gusta y me da buen humor.

martes, 17 de mayo de 2011

ALGO DE FEMINISMO


Hablando de Lorca, recuerdo un hecho que no tenía que haber ocurrido si el cura hubiese preguntado alterando el orden que perdura hasta hoy en la ceremonia del matrimonio.
Mi prima y yo acostumbrábamos oír misa en San Diego, la parroquia del barrio que desgraciadamente hoy no se tiene en pie. Se celebraba una boda entre un empleado de banca payo y una preciosa gitana ataviada con una flamante corona y un traje a lo Sisí emperatriz, que a nuestros catorce o quince años, nos deslumbraba. Los gitanos en Lorca siempre han estado muy integrados y esos matrimonios mixtos -como ellos dicen- eran bastante corrientes. Una boda de dinero, con invitados de elegante arca encima sin faltar detalle, con sortijones rutilantes ellos y vaporosas gasas ellas; arracadas de oro puro con camafeos preciosos hasta los mismos hombros y collares de cristal facetado con brillos multicolor. Deslumbradas estábamos.
Una nena morenita, preciosa, como de unos tres años vestida de ángel con sus alitas y todo, portaba en una cestica los anillos para los novios y nosotras sin perder detalle, en primera fila bajo la mirada de los invitados más allegados que no se explicaban qué pintábamos allí.

El cura, llegado el momento, hizo la pregunta a ella: -"X, ¿Quieres por esposo a..." "- Sí, quiero -contestó en un hilo de voz la hermosa novia. Después a él: -¿Quieres por esposa a...?"
Nunca el silencio fue tan elocuente como entonces. El oficiante, con sorpresa, volvió a preguntar: -" Fulanito, quieres como legítima esposa a ..." Y esta vez, sí que oímos la respuesta aunque tardó unos segundos en llegar. Era temblorosa, entrecortada, titubeante...-" No...No quiero. No la quiero por esposa..."

La primera y única vez que presencié una cosa así y ya contaré cómo acabó esa penosa escena, pero nunca me ha gustado que en las bodas, tanto civiles como religiosas, esa pregunta de forzoso rigor se la hagan primero a las mujeres...¿Por qué? No me gusta que pueda darse otro caso así en el que un hombre tome esa iniciativa de decir a su enamorada: - "Pues no, rica. Ahora, no te quiero"
Feminista que es una.


jueves, 12 de mayo de 2011

LORCA EN MI RECUERDO

Cuando he visto en la televisión la Iglesia de San Diego en Lorca sin la cornisa, con la fachada golpeada por ese terremoto que ha causado tanto daño y tristeza, un estremecimiento me ha recorrido el cuerpo.

Cada vez que me iba con mis tíos paternos y mis primos a esa bonita ciudad, cuna de sobria elegancia, para disfrutar en su casa unos días de felicidad, dejaba de ser la niña triste en la que me había convertido. Desde la calle del Arquillo una de las más antiguas de Lorca, empedrada, con sabor a Cantigas del Rey Sabio, con espectros de caballeros cristianos flotando en cada rincón, íbamos bajando hasta San Diego para oír diariamente la misa matutina mi prima y yo; velos de encaje al cuello, corriendo por la angosta calle sin las sandalias para no resbalar en los cantos brillantes y gastados de la calzada y...¿por qué no decirlo?: salvaguardar un poco el apreciado calzado "de vestir".

Si ver ruinas siempre es triste, ver ahora la desolación de las gentes vagando por la Avenida de los Mártires, por el Paseo de la Corredera yendo como sin un rumbo fijo que seguir, siento mucha pena. Pase donde pase esta desgracia, la aflicción de las gentes me sobrecoge y aún más si toca de cerca.

Mientras lloramos lo que allí ha pasado y aunque estemos acostumbrados los de mi tierra a ese rilar inesperado a nuestro alrededor bastante continuo, muchos pensamos en lo poquito que somos en estos casos porque nada puede hacerse si la Naturaleza afina su grito demoledor y esos pequeños temblores se convierten en eco atronador de desgracias. Solo nos resta pedir a Dios que las frene y que no se despiste. El único al que podemos recurrir...

viernes, 6 de mayo de 2011

CUENTO PARA NO CONTAR A NIÑOS




Ya que nombré a mis hermanos, he de decir que desaparecieron pronto de mi vida infantil. Los pobres fueron internados en un colegio para huérfanos dignos de las novelas de Charles Dickens y yo me quedé enfermiza, triste y sola con mi madre y su tristeza de viuda joven, sin las historias fantásticas de mi hermano mayor y sin la complicidad de mi segundo hermano.
Mi abuela me obligaba a leer para evitar mi aburrimiento. A ella debo el que me gustase la poesía y aprendiera a declamar bien pronto, pero en cuanto podía, me escapaba a casa de mis tías maternas donde mi dulce tía Chon, soltera, una de las mujeres más buenas que he conocido, tenía para entretenernos a mis primos y a mí otro tipo de diversión: sus cuentos...Cuentos de pedagogía dudosa que jamás he repetido a mis hijos, a cual más tétrico y que hicieron que aún hoy, me asuste la oscuridad, las tormentas y la soledad de las casas viejas. He aquí una muestra, abreviando lo que pueda, cosa que ella no hacía:

Era una vez una madre y su hija que, hartas de pasar hambre, decidieron ir al cementerio y cortar un pedazo de pierna al último muerto, todavía "fresquito" sin olor ni gusanos, para poder comer y sobrevivir.
-Madre -advirtió la hija- Yo creo que eso no está bien.
-Más vale comer que bondad, hija mía. ( No sé si eso era muy edificante)
Y de madrugada, se adentraron en las penumbras del cementerio y cortaron a un difunto un "piacico" de pierna, se dieron un festín cocinando aquella carne con ajos tiernos, ñoras, y tomate y se fueron por la noche a la cama muy satisfechas.
Pero, al dar las doce de la noche, unos aldabonazos en la puerta de entrada, las despertó.
-¡Ay, mamá mía...! ¿Quién será?
-Cállate, hija que quien sea, ya se irá.
Una voz cavernosa y hueca (como la que ponía la tía Chon) se dejó oír.
-¡Mariaaa...! ¡Dame la "pata" que es mía, que subo por el primer escalón.
- ¡Ay, mamá mía...! ¿quién será?
-Cállate, hija mía, mía, que ya se irá -decía la madre diciendo un "mía" más de la cuenta.
-¡¡Noooo!!...¡¡No me vooooy!! ¡¡ Por el segundo escalón estooooyyyy...!!
-¡Ay, mamá mía, mía, mía...!¿quién será? - volvía a preguntar la hija poniéndose pesada también con el "mía" en boca de mi macabra tía Chon. De nuevo con su voz ronca, transformada, haciendo de ventrílocua y narradora psicodélica, ella seguía inmisericorde ante nuestras caras de susto tremendo: -¡¡María, voy por el sextooo... por el séptimooo escalónnn...!!
El cuento, machacón y pesado con el muerto reclamando su trozo de pierna a las infortunadas caníbales, subía de tono cada vez más inquietante a medida que ascendía por los escalones de la escalera interminable de la casa. Mi tía ponía los ojos en blanco...Balbuceaba cada vez que las mujeres hablaban y, en un momento dado...¡¡plaf!! : daba una enorme palmada y con un grito decía :-¡¡¡María, que te cooomooo!!!

Sin palabras. La primera vez casi me muero de susto después de esperar veinte escalones y mi prima Asunción, la misma que tantas veces ha salido por aquí, se orinó de la tremenda impresión.

martes, 26 de abril de 2011

¡OTRO CUMPLEAÑOS MÁS!



Hoy 26 de abril, sobre las dos y cuarto de la madrugada (inoportuna, yo) vine al mundo en Molina de Segura (Murcia). Era la tercera hija después de dos chicos. Mi madre siempre soñó con aquellos vestiditos de muñecas tan ricos para ponerme, pero creo que crecí como un leñador rústico aleccionada por mis queridos hermanos que vieron un juguete de carne y hueso que les hiciera: a) de blanco cuando jugaban a los indios; b) de trepadora eficaz para coger de los árboles, higos, albaricoques, melocotones y todo tipo de fruta que les pudiera apetecer en un lugar donde la huerta era generosa con los zagales traviesos y desposeídos de muchos caprichos; c) "cartera" eficaz en la entrega de misivas clandestinas a las atractivas chavalas del pueblo que ellos admiraban...Me enseñaron el arte difícil del manejo con la espada de madera; subir en borrica, al trillo del abuelo, usar las escopetas de feria hasta que el feriante se hartaba y me echaba por mi mucha puntería y... fui la chivata ladina y chantajista ante mi recta madre (y padre a la vez) si después incumplían los muy ingratos el capricho que me pudieran haber prometido por los servicios prestados...

¡Qué mayores nos hemos hecho...! Aquí estamos. Sigo siendo "la nena"...la pequeña. Ellos, venciendo enfermedades y alguna pena que otra y yo...Bueno. Digamos que muy feliz con mi marido, mis hijos y nietos y dando gracias a Dios de que el juanete incipiente de cuando tenía dieciséis años, aún siga sin crecer. Ni me duele nada demasiado. Lo justo. Aunque no corro, me permito el lujo de llevar algún día que otro un zapato de tacón respetable. Y la falda, pues algo más corta de lo que se permiten las de mi edad porque me gusta y ando siempre como de fiesta.

Esperemos que dentro de muchos años, quiera Dios que esté como estoy y como mi estado actual es de alegría, por eso os hago partícipes, con letras en azul rabioso, de todo el optimismo y fe que llevo dentro.



sábado, 2 de abril de 2011

UNA CASA RURAL


Ana, guapa:

Te mando este mail porque sé que abres tu correo bien temprano. Me vuelvo. Ya sé que os dije a mamá y a ti cuando os dejé al loro, que iba a estar veinte días perdida por entre estas rocas de las Hoces del Cabriel, a ver si de una vez pongo un poco de orden en mis ideas, pero he cambiado de parecer.

La casa rural…rural del todo, con vistas a los cortados, al embalse y con un aire puro envolviéndola que da gusto. La dueña es una ancianita sonriente de boca apretada porque los dientes los tiene como el “deshoje” de una margarita: uno sí, otro no, uno sí, otro no… Guisa de muerte pero nada suave porque hace una olleta de alubias pintas con oreja y morro de cerdo, que te chupas los dedos y para cambiar, hace el cocido cofrentino, con tocino y morcilla del lugar con lo que creo que he engordado en estos siete días, un par de kilos.

El caso es que me dio la habitación con vistas a los picachos verdes, preciosa, pero también una ventana de esa estancia, daba al corral. Me dijo que a otros huéspedes, les encantaba. Tenía, que los he contado, seis gallinas ponedoras, tres patos hermosos, un cerdo enorme, una cabra fisgona y simpática que te seguía con la mirada a donde quiera que te movieses y…un gallo. ¡El gallo…! Un engreído de narices que llevaba mártires a las pobres gallinas con su fachada de macho guapo y que hacía huir hasta los cerdos. Por si fuera poco, era de los que cantan en cuanto ven una luz en la madrugada y como al ir al baño, tenía que encender la lamparita del pasillo, pues el tío... ¡a cantar! El primer día, bueno, pero el siguiente, intenté llegar al aseo con la luz del móvil, tropecé con una sillita de enea y vuelta a revolucionar esta vez a todos los animales y a la vieja, que casi me muero del susto cuando la vi delante de mí con un gorro de colorines, unas sayas blancas hasta los pies y la boca abierta de par en par. Parecía el fantasma de la navidad.

Os lo contaré todo con detalle cuando llegue pero te adelantaré, que los días restantes era tal el kikirikí que soltaba el pollo allá a las cinco de la madrugada, que con razón la dueña se quejaba de que las gallinas, no ponían “guevos” ¿Cómo van a darlos con el susto que se llevan? Pero anoche, me tomé la justicia por mi cuenta. En mi paseo, cogí un par de piedras hermosas a ver si al lanzárselas se callaba. A la primera, lo conseguí, pero cuando más disfrutaba de mi sueño con las primeras luces, otra vez estalló su irritante canto. No me lo pensé y con toda mi fuerza, lancé la segunda y…¡qué pena siento! : creo que he matado a la cabra. Sí, porque a eso de las ocho he visto a mi enemigo despierto y la cabra parecía demasiado dormida a esas horas. ¡Pobrecilla y qué pena me da...! Entonces, he hecho mi poco equipaje, he dejado una nota de despedida urgente a la viejecita diciendo que mamá estaba enferma, doscientos euros por la estancia y cien más para que reponga a la cabra difunta (aunque no he escrito nada de mi hazaña) y me he bajado al pueblo a toda leche antes de que despertase y aquí en un cibercafé, espero el autobús con impaciencia para largarme cuanto antes por si le da la idea a la mujer y aparece con una estaca para vengar al animal.

Os recogeré al loro y ya hablamos. ¡Pobre cabra...! No dejo de pensar en ella y espero que esté viva.

Besos, hermana.

domingo, 27 de marzo de 2011

PASABA POR ALLÍ



Pasaba por allí después de mucho tiempo.

Vi su ventana entreabierta…

La cortina de encaje bailaba mecida al viento

y percibí en el ambiente el aroma de su cuerpo.

Y me sorprendí…

No podía esperar que mi última lágrima,

la que pude encarcelar asida a mi sufrimiento,

huyera entre los cristales de mis tristes ojos secos.

Pasaba por allí después de mucho tiempo.

El eco de su llanto, como infame compañero,

hace que me consuma porque creí oírlo de nuevo…

Pensé que no sentiría…que no la echaría de menos

que, enredado en otros lazos de falsos y dorados cielos,

se borraría el camino sembrado de nuestros sueños.

Y me sorprendí…

Noté que no se consuela el que vive del recuerdo

cuando la razón se frenó agitando el desconcierto.

¿Cómo implorar que las horas contando hacia atrás el tiempo

vuelvan repitiendo ilusiones e imaginar que nunca se fueron?

No pude acallar las lágrimas hijas de mi desaliento…

Sentí que me abrasaban al recordarte de nuevo

y, ni figurándote muerta, arranco el punzón de mi pecho.


miércoles, 2 de marzo de 2011

EL DISCURSO DEL RE..RE..REY


Me voy a acordar de la película "El discurso del rey" toda mi vida. Mi hija que en un principio me acompañaba, ha decidido de pronto que se metía a ver "El cisne negro"
Nos hemos comprado las palomitas de rigor y cada una a su sala. La mía, con la luz apagada. No veo ni torta y encima, por esto de la crisis no hay aposentadores. Con el paso inseguro, he ido sembrando palomitas por encima de los sufridos compañeros de fila. Juro que esto es muy raro en mí. No me agrada molestar ni llegar tarde.
Me ha gustado caer al lado de una señora mayor y así que pareciera que estábamos juntas. Un recelo tonto lo de ir sola al cine y, encima, no he comido palomitas porque la señora las ha mirado "raro" aunque estaba todo oscuro. Bajo el asiento se han quedado por olvido.
Luego, me ha "radiado" casi toda la película muy quedamente y me llegaban algunos pasajes a mi oído con antelación a las imágenes envueltos en cierta halitosis...
-Pero...¿usted ya la ha visto?
-Con ésta, tres pases...
-¿Y eso? ¿Amante de la historia inglesa? ¿Entra gratis? -le he preguntado curiosa.
-No...Yo era tartamuda a veces. Mi madre me "sacudía" si tartamudeaba.
He pensado que con lo que hablaba, menos mal que esa triste condición la había perdido. Ya era afición recordar su defecto con la película.
-¿Su madre le pegaba? ¿Por qué?
-Creía que lo hacía a propósito para imitarla porque ella sí que "explotaba" para empezar a hablar.
Estaba claro. La madre lo consideraba una falta de respeto, seguro.
-Me curé con "buchitos" de anís los domingos que no iba al colegio. -Me ha explicado-.A veces me mareaba, no crea, porque sin querer, algo tragaba. Algo me hizo ese remedio. En vez de tartamudear, dormía, eso sí.
-Ya...-Casi, casi, me río.¡Menuda cogorza debía coger la pobre tartajosa!
-Además...
¿Qué me iba a contar ahora?
-Me encanta el rey...
¡Ah, vieja cuca!...He pensado. Ya me lo explico.
-¿Juan Carlos? -le he dicho con malicia.
-¿Juan Carlos?...¡Qué tontería dice usted? ¡Colin Firth, hija, Colin Firth...!
No está mal de gustos la buena ancianita...
Pregunto:
¿Os habríais levantado para buscar otro sitio?
¿Le habríais dicho que se callase?
¿Os hubierais comido las palomitas y le habríais echado con venganza el aliento?
¿Hice una obra de caridad? ¿La tonta?
Y...¿Os parece majo Colin Firth tartamudeando y todo?

miércoles, 23 de febrero de 2011

RECORDATORIO

Es justo que recuerde a Caronte, el hermoso caballo frisón de mi hija menor, que era como un gran peluche de terciopelo con corazón de azúcar. Todavía no ha encontrado a ninguno que fuera tan paciente con los niños de los amigos, ni tan guapo y bueno que lo sustituya en su recuerdo...


miércoles, 16 de febrero de 2011

OPTIMISMO


¿Para qué el pesimismo? Que sí, que sí...Como dice un joven seguidor, esto hay que echarlo a la espalda y si es posible, ayudar y animar a los que más necesitados están, con optimismo. Recordemos a mi amigo aquel de unas cuantas entradas más abajo que como Zorba el Griego, se marcaba un bailongo (en aquel caso era un precioso sirtaki o como se escriba, que mi estancia por allá no me dio para mucho) o cantaba a todo pulmón un aria de La Traviata con su letra italiana particular y así se animaba en su ocio forzoso por culpa del paro. Nada, nada: hay que tener alegría y rebuscarla por donde se pueda..

Pues tengo una anécdota graciosa. Resulta que mi amiga Susan, americana, pero que lleva en Madrid con su esposo español toda una vida, ha viajado recientemente a su país. No le tocaba, porque tiene sus fechas elegidas y claves, pero esta vez el motivo para ir hasta allá era que tenía que acompañar a su madre de noventa y dos años de edad a renovarse...¡el carnet de conducir!

Lo bueno es que la señora superó con éxito todas las pruebas y puede seguir conduciendo cosa que le encanta. Desde aquí la felicito con todo cariño. Claro, no hay dicha completa y contaba la pena que sentía porque a su mejor amiga de noventa y seis años se lo denegaron y creo que tenía un malhumor, la pobre... Una injusticia, seguro.

¡Ay...! Yo quiero renovar todos mis carnets a esa edad... Que mi marido, mis hijos y mis nietos (y todos los que estáis por ahí ) me acompañen y nos bebamos una copa de champán para celebrarlo aunque estemos cada cual por nuestro lado.

viernes, 4 de febrero de 2011

CAMINO DE LA DESESPERANZA

He estado en el célebre mercadillo de Majadahonda donde se puede encontrar de todo. Hasta hace unos meses, aun se tenía que andar dando codazos por algunas zonas para abrirte paso entre la cantidad de gente que aparece por allí desde muchos puntos de Madrid. El martes, sentí pena. El vendedor de abalorios hablaba quedamente con el señor que ofrece en su puesto unas prendas de piel auténtica preciosas y a buen precio.
-Esto se hunde, amigo...No vendo un euro...-Decía el segundo
-Pues yo, ni el latón que llevo por joyas puedo "echar" fuera. A ver qué le cuento a mi "parienta".

Recordé la triste y preciosa letra de esta canción.

martes, 4 de enero de 2011

ASOCIACIÓN DE ESCRITORES DE LA REGIÓN DE MURCIA



Queridos amigos:

Esta soy yo temblorosa por leer mis poemas en un evento lleno de emociones y de grandes poetas.Fue en la presentación de la primera revista con recopilación de relatos y poesía : "Florilegio Poético"
Me desplacé desde Valencia a Murcia deseosa de conocer a gente de mi tierra que son importantes en el mundo de las letras, escuchar algunos de sus escritos en primera persona y saber cómo hay murcianos de mucha valía cosa que nunca dudé. Y seguro que todavía faltan muchos que lo hacen muy bien. También estaban otros autores invitados de otras provincias y que quisieron sumarse a este bonito acto cultural.
Estoy contenta de pertenecer a esta asociación (AERMU) y lo que menos esperaba es que iba a "codearme" con auténticas figuras.
Bueno...No quedé mal del todo, pero me emocioné.


Perlas del Segura