domingo, 16 de febrero de 2014

Mi foto



Antes de ponerme más…madura, voy a exhibir esta foto que el año pasado me hizo Tesa, (“El almacén de los días perdidos) cuando degustábamos en Madrid un pequeño refrigerio.
Me sacó muy bien y en esa foto, me encuentro hasta guapa, dicho con el mayor de los sonrojos. Mérito de la fotógrafa que me hizo estar pendiente del objetivo y cuando ya iba a parpadear…¡pum! , soltó el clic a tiempo antes de que me descompusiera poniendo cara de circunstancias. Dice ella que así, esperando unos segundos, la figura se reposa y sale bien.

Haced el favor de decidme que sí, que estoy bien, que la foto es buena porque necesito levantar mi moral después de haber tenido que salir zumbando a un hospital para operar a mi hija menor de vesícula y quedarme con sus pequeños hijos mellizos en casa llorando a moco tendido..  (Es que ya hacía tiempo que no pasaba nada y menos mal que esta vez, ha pasado con final feliz)  Y luego, por Tesa, que se cuelga su máquina al cuello como el mejor de los collares y nunca me canso de ver las maravillas que saca con ella.

Y pregunto ¿sois fotogénicos? Porque yo…nada.

¿Os han fotografiado alguna vez vuestros papás orgullosos de su niño/a hermosos en pelota picada? ¿Enseñaron la foto a todo lo que se moviera? ¿Erais de los que en grupo siempre salía a vuestro lado la más o el más macizo de la clase  o la excursión y os dejaba insignificantes del todo? ¿El único/a que salía con los ojos cerrados? ¿Erais el más bajito/a? ¿Y no os hicieron los cuernos por detrás mientras lucías una sonrisa bobalicona? ¿Os cortaron en una foto maldita la cabeza? ¿Con alguna copilla de más?

Venga, contad. A mi en esta etapa y como apreciáis, me ha dado por las fotos.

Perlas del Segura