Te mando ahora a que lo olvides todo
aquel seno de nata y de ternura
aquel seno empinándose de un modo
que te pudo servir de tierra dura;
aquel muslo obediente pero fiero
que venía de sierpes milenarias;
aquel muslo de carne y de me muero
convocado en las tardes solitarias;
aquel gesto al echarme en la locura
aquel viaje del amor a mi cintura
aquel gusto en la piel a lirio extraño;
aquel nombre pequeño bajo el nombre
aquel pecado de volverte un hombre
en el vicio felíz de hacerme daño.
aquel seno de nata y de ternura
aquel seno empinándose de un modo
que te pudo servir de tierra dura;
aquel muslo obediente pero fiero
que venía de sierpes milenarias;
aquel muslo de carne y de me muero
convocado en las tardes solitarias;
aquel gesto al echarme en la locura
aquel viaje del amor a mi cintura
aquel gusto en la piel a lirio extraño;
aquel nombre pequeño bajo el nombre
aquel pecado de volverte un hombre
en el vicio felíz de hacerme daño.
Repasando un viejo bloc de mi época de estudiante, encontré a Carilda Oliver. Era (es, que todavía vive allá por su Matanzas natal) una de mis poetas cubanas preferidas. Ni sé cómo llegó a mis manos por entonces esta composición avanzada en el tiempo que, como casi todas las poesías de esta mujer, fueron pioneras de una refinada erótica cuando todavía esta palabra no estaba ni inventada.
Me cogió con ella entre manos mi tia -la Nena- y me dijo:
-Tu madre cree que estudias...
-Repasaba poesía. Estudio es...¿O no?
Dejó caer la vista al bloc. Amante de leer todo lo que caía en sus manos, pero muy puritana, hizo que me azorase pero, se volvió camino de la escalera que daba al piso de abajo y mientras se iba, la oí musitar:
Me cogió con ella entre manos mi tia -la Nena- y me dijo:
-Tu madre cree que estudias...
-Repasaba poesía. Estudio es...¿O no?
Dejó caer la vista al bloc. Amante de leer todo lo que caía en sus manos, pero muy puritana, hizo que me azorase pero, se volvió camino de la escalera que daba al piso de abajo y mientras se iba, la oí musitar:
Me desordeno, amor, me desordeno...
Ella también conocía a Carilda Oliver.
16 comentarios:
muy sutil cierto. Muy realista, me he imaginado todas las escenas: "viaje del amor a mi cintura", "muslo obediente pero fiero".
Me ha gustado.
Besos y ABrazos.
Desdecirse es de sabios, y si ya se es, mucho más.
Y, no, repasar poesía no es estudiar. Por fortuna.
Besines.
Me ha gustado mucho esta entrada. Me presentas a una autora que no conocía y su poema me parece que rebosa sutileza. Y luego, cuentas una anécdota familiar muy bonita y muy bien escrita. Supongo que no te importará que te enlace, ¿verdad? Me gustaría visitarte con más frecuencia y así es más fácil hacerlo.
Saludos y hasta pronto.
Me ha gustado tanto que´no tengo palabras.
PD: Tienes pendiente responderme a un correo donde te pedía la dirección postal, para hacerte llegar un ejemplar de Crepusculario.
Ha habido muchos momentos en los que he disfrutado especialmente leyéndote, por eso tengo un regalito para ti en mi blog. Recógelo cuando quieras. Un beso
a.v.g.¡Ay, la imaginación..!
Todo ahí está dicho tan...poético.
Un abrazo, amigo.
Eduardo, ¿nunca te encerraste en tu habitación ( o en mi caso...donde podía porque no tenía habitación propia) a leer a escondidas todo lo que caía en tus manos? Parecía que hacías algo malo...¡qué cosas! Afortunadamente, mis hijos son lectores empedernidos y me encanta que así sea...
Besos.
Gracias, ¿Fermina? ¿Irene? (Ya me dirás cómo te llamo, guapa)Me encantaría conocer a esta poetisa cubana, pero...¡está tan lejos! Siempre me gustó y como era un poco "prohibida"...
Besos...
Amigo Illán, ¡qué ilusión me hace! Ya te dejo mi dirección...
Precioso poema el de esta poeta cubana, aunque un tanto subido de tono para la época...
Entiendo a tu tía, la Nena!
Besos:)
Mi señora, el poema está muy subido de tono más que nada ahora, en nuestros tiempos de bajeza y ligereza en todo.
Subido a un tono de belleza.
Subido a un tono de pasiones.
Subido a un tono de lindezas donde el pensamiento recorre los rincones.
Subido de muslos que se mueren de goce y de carezza.
Y subida su tía -la Nena- de ternura, desordenando de recuerdos su cabeza.
Placer señora por compartir la memoria, abriendo su bloc, con palabras y texturas que envidio.
Z+-----
Fermina Daza, yo también pongo tu enlace y me encanta que nos visitemos. Se me olvidaba decírtelo.
Besos.
Frabisa, muchas gracias y ya dejo constancia de mi agradecimiento en tu blog. ¡Contentísima que me quedo!
Besos de nuevo.
¡Y tan subida de tono, Sibyla...! Pero me temo que todo se ha quedado ya de monjitas ursulinas...
Besos...
¡Ay, señor de la Vega! Está visto que siempre he de comenzar mis repuestas a sus comentarios con un suspiro de admiración porque...¿de dónde sacó usted tan adorables rimas?...Muy acertado, señor.
Como digo a Sibyla, todo eso que se consideraba tan atrevido, hoy, no sé si para bien o para ...menos bien, valga la expresión, ya a nadie escandaliza.
Carilda dijo todo siempre tan libre y con esa belleza poética tan extraordinaria, que el ser pionera
de esa erótica aun la hacen más admirable ...
Extraordinaria combinación de poesía y cuento... pero si lo fuera, creo que los lectores ya sabíamos que la tía comocía a Carilda.
Hermosa forma de rememorar...
Un abrazo desde Medellín
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