domingo, 22 de noviembre de 2009

ALEGRÍA

Amigos míos:
Hace tiempo que no vengo por aquí...Ya se sabe: Viajo, escribo, hago teatro como una aficionada más, me lo paso bien y además, cuando puedo permitírmelo, hago la vaga.

Ya hace mucho, escribi una entrada titulada "Tristeza" que tuvo muchos comentarios, unos cerca de mi forma de pensar y otros totalmente opuestos. Uno y otros fueron bien venidos y quedó claro que no pensamos todos igual. Si quereis recordar, es del dia 1 de enero de 2008 y a propósito de una chiquita de unos 18 años que quería abortar estando de cinco meses, pero su amigo y padre de la criatura que esperaba, no quiso pagar "la operación".
Llamé a ese escrito "tristeza" porque aquella escena me llenó de pena. Hoy, sin embargo, me he llenado de alegría, porque en un mercadillo medieval magnífico que se celebra en la plaza de toros de Valencia, he descubierto en una de las mesas de degustación colocadas a tal menester, a una joven madre que se reía con la avaricia de su pequeño, que se empeñaba en meterse en la boca un un gran trozo de queso. La he reconocido enseguida. Sin dejar de reirse, le ha gritado al padre de la criatura (precioso el niño, sobre el año y pico, gordo y rubiales) que estaba colocado en una de las colas de abastecimiento que suele formarse en estos casos y más si es gratis: "Miguel, que éste quiere comer más..."

Le hubiera preguntado: -¿Es éste tu pequeño al que quisiste abortar?

Pero no. No soy nada cruel. Solo le he dicho: -Vaya tragón ¿eh? Así está él...
-No lo sabe por cierto...Se come lo que le dés. Y lo ha dicho muy ufana.

¡Ay, Señor!... Solo sé que es un milagro que esa preciosidad de bebé esté comiendo en esta vida con unos padres que estoy segura que lo quieren y no dejarían que ahora le pasara nada... Luego, como Valencia tiene mucho de pueblo, sé que los dos progenitores trabajan en limpieza pública en el Ayuntamiento en distintos turnos...Trabajó bien el Angel de la Guarda.

Me he llevado una alegría tremenda...Mucha, mucha.

Perlas del Segura