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Mis insomnios son bastante placenteros. Me armo de paciencia
y me dedico a arreglar el mundo hasta que caigo agotada. Me niego a tomar la
media pastilla para dormir que me recetaron hace ya un año, pero esta pasada
noche, sobre las tres de la mañana, claudiqué. Cuando volvía de mi pequeño
botiquín se me ocurrió mirar al techo y vi una araña con su tela enredada en la
lámpara a la que le adiviné hasta los
ojos. Todo un problema porque, ¿qué podía hacer? ¿cómo había entrado? Misterio,
pero allí estaba y soy algo alérgica.
Mis jóvenes vecinos del piso de arriba, de educación
irlandesa por parte de padre, como cada vez que sus progenitores se ausentan,
reúnen a los amigos, juegan a las cartas y cantan. Esta vez empezaron a hacerlo
con lo que creí que eran saetas –son piadosos ellos– pero si era así, después
cambiaron al Nino Bravo más romántico y
desde ese sentimiento, se lanzaron al folklore de la Irlanda profunda como si
jalearan una danza celta con algo de taconeo incluido. Sin gaitas, claro, pero
con unas vozarronas ajustadas a su edad y a los casi dos metros que miden todos
los de esa reunión que temí por el despertar de la araña ya que por oído,
vibraciones o corriente de aire, se movía nerviosa y yo me iba a dormir,
seguro. Aquí el problema. ¿Le echaba un spray antes de dormirme? ¿Rompía con el
plumero su tela? ¿Cómo la localizaría en ambos casos cuando cayera? Metida en
la cama, me vi a mi misma como esos dibujos de Forges en el que está un
individuo, boca arriba, con la narizota y cuatro dedos asomando por el embozo
con los ojos de plato y sin párpados.
Mis hijos se enfadarán si me leen porque no quieren que me
suba sola a las alturas, pero cogí una escalera de mano, dos trapos, trepé con
ellos en cada mano y enganché al animalito en el mejor aplauso de mi vida.
Después, los puse en agua por si la otra se resistía al palmoteo y me acosté
tranquila. Eran ya las cuatro y pico de la mañana.
2 comentarios:
Hola Perlita. Hacía tiempo que no entraba a leerte y esta tarde me decidí ¡Bendita hora! Sacaste mi mejor sonrisa, pues me ví reflejada en tu imsonio...y en los pequeños detalles. Mil gracias y cuidadín con la escalera jejeje
Hasta la próxima. Ten bonita tarde-noche.
Estos benditos noctámbulos! Saludos Perlita!
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