domingo, 24 de febrero de 2008

LAS NOCHES






Vino por Valencia mi prima Asunción. Cada vez que se pasa por aquí por motivos laborales, siempre me avisa y nos tomamos juntas un café por allí por la plaza de la basílica de los Desamparados, en uno de los cafés más recoletos y soleados que hay por esta capital. A ella le encanta.

Venía, como siempre, para hacer un poco de turismo en el poco tiempo que le sobraba y quería ver la Casa- Museo de los Benlliure y que yo la acompañase después a tomar el tranvía que va a la Malvarrosa para visitar la vivienda que fue de Blasco Ibáñez.


-No sé si voy a poder hacer nada de mi plan turístico, prima – me comentó algo compungida- Me encuentro fatal. Tengo un forúnculo en el glúteo que me está mortificando y casi no he descansado y, cuando he podido hacerlo, se me ha dormido una oreja y ...¡nada! ...noche en blanco, hija.

Yo ya había notado, que cuando llegó y después de darme dos besos, se había sentado algo escorada a babor y con mucho tiento, despacito...

-O sea, que hablando en cristiano, tengo un grano en el culo que a ver a quien se lo enseño para que me cure tamaña incomodidad...¡qué poco elegante...!


Porque mi prima, es de las que si se ha de morir de un atropello, pide que sea con el topetazo de un Jaguard y no de un Micra enano, por bueno que sea. Hasta en eso, “la clase” y el glamour.

-¡Vaya...!- me limité a decir- ¿Y lo de la oreja?...Aquí si que mi curiosidad estaba anhelante de escuchar.

-Pues, hija. Ahora, me ha dado por dormir con la oreja doblada y cuando se me desdobla, el cartílago ha sufrido lo indecible y me duele todo ese lado de la cara...


Efectivamente, la parte superior de ese apéndice, zona del hélix, estaba ligeramente rojo y desde luego, inflamado porque el pequeño arete que lucía a manera de modernidad, casi lo llevaba incrustado en la carne. Cualquiera le decía, ni siquiera yo, que ya no va teniendo edad para lucir esos artilugios de los “pirsings”.


-Bueno, pero eso no es que se te haya dormido la oreja. Simplemente, ha estado prensada por tu cabeza en mala posición y...

-Ya, ya...Ya sé que estoy gorda y con mi cabeza a juego. Me pasa por haber dejado de fumar. Cualquier día, cojo el vicio otra vez y en paz...No duermo, paso unas noches horribles...Me encuentro hinchada y fea...Mi cuerpo no me deja descansar.

-Mujer, no digas eso...¡con lo vistosa que estás! Será cosa de la menopausia...


Pero mi prima estaba absorta en sus pensamientos y no me escuchó y siguió contándome un suceso pintoresco:

-Es que temo a las noches...Fíjate que este verano, nos fuimos mi marido y yo al pueblo. Era agosto y hacía un calor de miedo y yo le dije a Paco que debíamos dormir con la ventana abierta y con la puerta del corral de par en par para que la corriente del poco aire que hacía, nos refrescase algo. Paco, no quería:

“-Nena, las corrientes son malas hasta en verano...”

-Me estoy ahogando, Paco. Vamos a poner la cama en el centro, pegada a la ventana y seguro que me lo agradeces, cariño...


Paco - esto lo añado yo - que es más bueno que el pan e incapaz de contradecir nada de lo que ella le dice, trató de convencerla de que iban a coger un buen resfriado cuando la noche avanzase y, además, estar en una habitación de planta baja, con la ventana a ras de la calle, no era muy prudente.

-Aquí no pasa nunca nada, Paco, no seas miedica...¡Esto es un pueblo...!

Así que mi primo político, se tapó con la sábana después de empujar la cama hacia el centro de la habitación y de la ligera brisa y se debió dormir como un bendito...Mi prima también, pero a media noche se despertó sobrecogida por una gran presión que sentía sobre su cabeza como si llevase un sombrero de poca talla...Cada vez que quería moverse, notaba que una especie de dedos sobre la frente, se lo impedían. El susto - me decía- era difícil de contar con todo su dramatismo...El corazón se le hizo locomotora...La lengua se volvió lija...Con el rabillo del ojo trató de ver a su marido y lo poco que pudo distinguir fue... que no se había movido. Tenía la sábana por la cabeza y parecía que no respirase, él ¡dado a roncar alguna que otra vez hasta que los vecinos lo oían..!

-¡Dios mío...!- pensó mi prima- ¡Está muerto...!¡Inerte...! ¡Me lo han matado! ¡Pobre Paco, que no quería dormir así con la ventana abierta..!

Pero antes de ponerse a llorar y a gritar como una loca, muy de ella, decidió ser valiente, así que con su brazo izquierdo...¡zas...! Lo lanzó sobre su cabeza y aplastó aquella mano que la aprisionaba, sintiendo también ella encima el golpetazo de su puño, como de mazas, que casi la desmaya...

Mi prima Asunción puede ser cruel si quiere. Interrumpió su relato dejándome llena de curiosidad. Tomó un sorbo de café que estaba casi frío y me comentó que otro día iría a la Malvarrosa y que se contentaría con ver a Mariano Benlliure y familia.

-Se ha hecho tarde con lo mucho que hablas, hija, (¡encima de no dejarme ni respirar!) y además con este grano en mi posadera, parezco la torre de Pisa al sentarme...No daré este número en el tranvía...

-Pero...pero... ¿serás ...? ¿Me quieres contar quien era el asesino o el ladrón que entró por tu ventana?¿Qué pasó...? ¿Cómo acaba la historia...?

-¡Ah...no...! ¿Eso...? Nadie, no era nadie. Mi brazo derecho, que se me había dormido en esa mala postura y “lo cacé” antes de despertar a Paco ...Es que no lo notaba nada, nada...Tengo que poner remedio y tomar alguna que otra tila para dormir y que no se duerma ninguna parte de mi cuerpo antes que lo haga yo entera...



15 comentarios:

Mos dijo...

Qué graciosa la historia. Qué cosas le pasan a tu prima Asunción.
Eres buena con los diálogos y las historias cotidianas que te hacen sonreir.
Un saludo de Mos desde la ESFERA.
P.D. Por cierto, yo soy de Cieza y toda mi familia de Murcia y la huerta. Y me tira mucho mi tierra; aunque llevo casi toda mi vida fuera de ella. (Y ya tengo 47 años).
Vendré de vez en cuando. Saludos.

Anónimo dijo...

Así que, una persona que se sienta "de media anqueta" -como dicen por tu tierra-, es asimilable a la Torre de Pisa. Según esa teoría, quien se sienta derecho por que no padece de forúnculo alguno se parecería a la torre de la catedral de Murcia, o a la Giralda o, aún mejor, al Micalet...
¿y aquél a quien se le duerme la oreja? ¿A qué lo comparamos? ¿A un botijo que tiene a un lado el asa y al otro el pitorro?
¡Joer qué cosas tan curiosas cuentas...!

Perlita dijo...

Encantada Mos. Soy de Molina y...del mundo... Coincidirás conmigo que si no se le echa humor a las cosas cotidianas, nos aburrimos mucho. A veces, también tengo "pájaras" y la risa se me ausenta, pero vuelve enseguida afortunadamente.
Te visitaré también. Un abrazo.

Perlita dijo...

Oye, anónimo, veo que conoces bien mi ilustre dialecto y dicho ésto, ¿hay algo más gráfico para decir que mi pobre prima no podía dejarse caer derecha en una silla sin el peligro de lanzar un aullido, que decir que se sentaba escorada?¡Es que parecía la torre de Pisa...!Pero, mira,no está mal eso del botijo, cuando la afección que se tenga sea por parte de la cabeza y asimétrica...¡Qué gracia...!Saludos...

José Ignacio Lacucebe dijo...

Hay visitas, necesarias, que tienen de cotidiano su fugacidad.
En mi familia un tio de mi madre era del estilo de tu prima, de otra manera pero similares.
cuando iba a contar un chiste, a las dos palabras, lanzaba una risa hilarante y contagiosa; toda la familia, como ya era conocida la situación, con mayor o menor rapidez acabábamos en coral de carcajadas.
Siempre se acababa la escena con los pañuelos secando mejillas lagrimedas.
Y seguíamos comiendo.
Hasta pronto.

Perlita dijo...

Hola, Compartimos. Bonito seudónimo. Es bueno que siempre haya a nuestro alrededor álguien con capacidad para hacernos reir. Asunción, como tu pariente, es así y lo curioso, es que ella no lo sabe. Solemos decir en la familia: "Son cosas de la prima Chon..." y siempre fluye una sonrisa por lo menos cuando la nombramos...
Un abrazo.

José Ignacio Lacucebe dijo...

Hola Perlita, gracias por tu comentario.
Babel es solo un simil para establecer un relato sobre la dificultad que hay de entendimiento entre las personas, más en las grandes ciudades, que en los pueblitos.
¿Como no vas a poder enviar comentarios a una libreta de notas que se llama COMPARTIMOS?
Hasta pronto.

Tesa Medina dijo...

Hola, Perlita, gracias por pasarte por mis moreras, puedes comentar cuando te apetezca y también visitarme sin más.

Me di una vuelta por estas perlas de Segura para conocerte un poquito.

Creo que tienes salero para contar historias cotidianas.

Tomé la receta de las patatas, aunque creo que para mí es demasiado ajo. Pero con un poquito menos, tienen que estar ricas.

Y he sonreido con los infortunios de tu prima.

Besos, Perlita

Sibyla dijo...

Hola Perlita!
Tu querida prima Asunción es un poco particular...

Muy bien narrada la historia, yo también me había quedado en ascuas, pensando que sería un ladrón, pero se ve que los distintos miembros del cuerpo de tu prima, tinen vida propia! (jajaja).

Besitos:)

Perlita dijo...

Gracias, Tesa, a tí también. Nos iremos visitando entonces cuando se pueda, que nunca será por desiterés. Soy algo nueva en estos menesteres y saco el tiempo como a cuenta gotas. Supongo que nos pasará a muchos.
A quien el ajo le molesta, puede usarlo en polvo: Dá gustillo y "no pesa" en el estómago.
Un beso, amiga.

Perlita dijo...

¡Hola Sibyla! Ya iré contando, ya...Le ha encantado a mi prima verse "en los papeles" del ordenador y me ha dicho:"Fíjate, prima, voy a ser famosa...Te voy a contar lo que me pasó en Santander con mi faja en un servicio público..." Y me he negado en rotundo aunque me ha dejado intrigada. Hace gracia, sí pero no se tiene por graciosa y como se anime...
Un beso, guapa.

Lucas A. dijo...

Muy buenas las historias de tu prima del dormitar de partes de su cuerpo xD

JUANAN URKIJO dijo...

Cabe que tu prima Asunción albergue una nueva confianza para sus males: ¡Que termine también por dormísele el incómodo forúnculo de su trasero!

Saludos, Perlita. Ha estado divertido.
Y un beso.

Perlita dijo...

Lucas, ya irán saliendo por méritos propios cosas de la vida e mi prima Chon...¡Toda una figura!

Perlita dijo...

Dédalus: En confianza te diré (secreto a voces) que ese forúnculo lo tuvieron que tratar con antibióticos y que hasta le dio fiebre a la pobre de mi prima, pero ella sigue con sus andanzas y sus originalidades y encantada con que yo haya "inmortalizado" a su grano...

Perlas del Segura