Me río con las cosas de mi marido porque sus buenas acciones diarias son muy curiosas, por ejemplo, tira algo que no ha usado en un par de años, y al liberar los cajones o dejar algo más claro el armario ropero, siempre dice:
-¡Qué bien!... He hecho mi buena acción de hoy. Hay algo menos que estorbe en casa.
Como puede suponerse, ahí no queda la cosa, porque la ropa, no se tira. Se lleva donde la reciclan o la venden o la regalan siempre con fines benéficos. Y buena acción es para nosotros mismos, porque...¿a que nunca se encuentra un rato -casi siempre por pereza- para dejar los cajones libres de cosas inservibles?
¿Alguien se ha preguntado la utilidad que tienen las revistas que a veces se nos almacenan sobre la mesa? Prueba a llevarlas a una residencia humilde de ancianos y verás con qué ansia se las disputan para cojerlas los primeros aunque estén algo anticuadas. A unos les va hacer crucigramas, sopas de letras, sudokus etc... A otros, les chifla el horóscopo y enterarse, además, que se ha enamorado una princesa china de un torero español y que la diva de turno, ya tiene el lunar de la comisura de su preciosa boca en la ceja de tanto estirarse la piel.
También en esas mismas residencias, se es bien recibido al que va a escuchar al pobre señor solitario con ganas de hablar y contar sus batallitas o a la anciana que no para de contar los muchos pretendientes que tuvo cuando era joven y guapa. O se echa una partidita de bingo con algún grupo por el mero placer de hacer algo distinto. Pasar el rato y hacer que esas cabezas no estén en un mutis sempiterno.
Esto vale igual para el que es creyente como para el que no lo es, pero como yo pertenezco a los primeros y sé que Dios no tiene el mismo rasero que usamos los terrenales, estoy segura de que lo apunta todo y como decía a punto de morir, el viejo profesor Tierno Galván, sería bueno, "si Él existe, que tuviera en cuenta todo lo que se hizo por los demás". Además, la satisfacción ya es un premio grande.
15 comentarios:
Que entrada preciosa, ésta si que la guardo muy cerquita del corazón.
Tienes tanta razón....esa satisfacción propia de hacer el bien, de ayudar a nuestro prójimo, es una sensación única!!! y si de paso, el todopoderoso, en el que también creo, nos lo tiene en cuenta cuando tangamos que darle cada uno nuestras cuentas, pues también es algo positivo verdad???
Cuanto hace falta hacer el bien a los demás...que humanidad estamos perdiendo amiga Perlita, por eso, pasar por esta casita hace que por ratitos, parezca que se recupera parte de la humanidad perdida,tu objetivo cumplido y el mio también.¡un placer!
Te dejo un abrazoteeeeeeeeeeeeee
Tienes toda la razón; la ropa siempre intento dejarla en un contenedor habilitado al efecto, o entregarla para los pobres. En cuanto, a lo de las revistas desconocía que pudiesen hacer pasar esos buenos ratos a los abuelos; creo que, á veces, somos insconsciente e incluso ignorantes y no obramos adecuadamente. Un gran post.
SARA:
Es así, guapa. He de decirte que soy tan habladora que los mayores, me hacen el favor de hacerme pasar un buen rato interesándose también por mis rollos particulares que también los tengo. O sea, que "la caridad" me la hacen ellos a mí y el otro día, hasta me enseñaron cómo hacer bolsos de playa y otros objetos con unas bolsas de basura cortadas a tiras y luego trabajadas con aguja de ganchillo. Quedan preciosas porque parece que fueran de rafia.
Muchos besos.
Querida Perlita el carbón se va al garete por el incumplimiento del plan del carbón firmado hasta el 2012, y que se lo están pasando por el arco de triunfo y por ese primar a las eléctricas, y porque ahora el carbón fuente de energía de siempre parece que es lo peor y que contamina mucho, y porque viene el carbón de fuera mucho más barato que el nacional y etc, etc...tantas razones y ninguna depende de nosotros sino de señores encorbatados muy importantes en sillones y gabinetes que deciden el futuro de cuencas enteras...pero tengo la esperanza de que se solucione y mi cuenca quede como reserva estratégica y así continue esta escuela de formación profesional dónde trabajo, y que no dejaré nunca...salvo que la cierren y así todo, no se sino me tendrían que quitar las cadenas que me pusiera para que no me la cerrasen, mientras por si acaso, pues también doy clase en otro centro, y está siendo una experiencia muy gratificante también...y es que dar clases, es un precioso trabajo que me apasiona.De mañana y de tarde jejejeje.
Un abrazín
JOSÉ IGNACIO:
Así es. Claro, que eso que dices, sobre todo lo de los macarrones pasados... Creo que hasta ahí no se llega, pero hay que respetar el orgullo de la gente humilde Nuestro tiempo, a veces tan vacío, es mucho más gratificante con este otro tipo de cosas.
Muy bienvenido seas en esta etapa bloguera nueva. Un gusto saludarte de nuevo.
Un abrazo.
SARA:
Muchas gracias por tu explicación clarísima, como corresponde a una SEÑORA maestra. El caso es que los señores encorbatados, los pobrecitos, tienen que justificar el sueldo "pequeñin" que cobran...¡Ay, país! Deseo de corazón que se gane esa batalla a vuestro favor porque considero que aparte del pan de cada día que algunos dejarían de percibir, se perdería el encanto de esas industrias tan añejas y también
necesarias todavía.
Besos gordos.
Qué bien dedicarle una entrada a las "buenas acciones". Hay quien piensa que se trata de grandes inversiones de tiempo, y sin embargo todos y cada uno de nosotros dentro de las posibilidades personales, algo tenemos para dar...y siempre tendremos alguien que necesite recibir.
La vejez -como bien decís Perlita- suele estar acompañada del mutis sempiterno (y la marginación social). Acercarnos a a nuestros mayores, puede ser de ida y vuelta, una maravillosa aventura.
Muchas Gracias guapísima!
Desde la primavera argentina, te mando este enormísisisisisimo BESAZO con todo cariño!
SUSANA:
Aunque se ven cosas que comprimen el alma, puedo asegurar que la visita a esos sitios, es muy gratificante. A los ancianos, se les ocurre cada cosa...Y algunos, ni te explicas cómo no están siendo aprovechados para otras labores sociales, como guías o algo parecido porque son muy válidos.
Disfruta de tu primavera y ojo. Por aquí se dice que "la primavera, la sangra altera..."
Un fuerte abrazo, amiga Susana.
Estupenda lección amiga Perlita, deberíamos hacer todos lo mismo, pero nunca es el momento ¿verdad? Bien por tu marido y por tí.
Gracias por pasarte por mi blog, es extraño que no te dejara comentar el poema del otoño, veré que ocurre.
Afectuosos saludos.
FERNANDO:
Lo bueno de mi marido es que tira cosas que yo no me atrevo a tirar y estorban y lo guardo todo "por si..." Claro, así pongo los cajones....
Un abrazo.
Uy, te escribí un comentario pero algo me dice que se traspapeló. No te lo vas a creer pero frente a la pantalla del ordendador está Fantasmilla muy atenta a todo lo que te digo; ¿se enterará de algo?
Gracias por hacernos reflexionar sobre la cantidad de buenas acciones que pueden hacerse sin que impliquen ni un fuerte desembolso ni una marcha a kilómetros de distancia; sencillamente se trata de dedicar tiempo al amor. Muchos besos
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¡Hola Hada! Pues mira...¡cosas de los duendes eso de que no llegue un comentario! Ya sabes que eso me ha pasado a mí unas cuantas veces ¿recuerdas?
Bueno, lo de la buena acción, pues sí que se hace, pero tienes un premio porque me lo paso muy bien en esos sitios.
Me creo lo de Fantasmilla...¡anda que no saben nada estos felinos! Y quiero que sepas, que los gatitos esos que aparece en mi blog, era un premio dedicado a tí pero...¡¡no he sabido como hacerlo!! No te rías "porfa", así que si quieres, adjudicado...
Muchos besos.
PD: ¿Te llegó mi e-mail?
Ay qué bonitos gatitos! Claro, luego me los llevo. Sí me llegó tu mail, pero ando un poco justa de tiempo; te escribo en estos días, vale? Disfruté con tu mail! Besos
Una buena reflexión acerca de la necesidad de ayudar a los demás. Y si, al mismo tiempo, nos ayudamos a nosotros mismos, no puede pedirse más. Un abrazo, querida amiga.
¡Espero que te encuentres bien! Un saludo.
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