martes, 1 de enero de 2019

UN AÑO MAS



Un año más. Dentro de nada, en abril, será mi nuevo cumpleaños y el tiempo va que vuela, tirando del manido tópico. No me preocupa. Tengo visto que el fin de nuestra existencia llega cuando menos lo esperas sin que la edad tenga nada que ver aunque las probabilidades de marcharse sean de una forma lógica cuanto mayor eres, pero es igual. De momento, lo que resulta más curioso y hasta terrible, es observar cómo mi abuela Carmen tenía razón y, como lectora impenitente, un buen día se enteró por una hojita del calendario del Corazón de Jesús que a las personas sin distinción de razas o sexo, y a partir de los cincuenta años, nos  crecen los pies, las manos, las orejas y, lo que es peor, la nariz. Si, si…Es cuestión de observarse y darnos cuenta que de un treinta y seis que gastábamos como número de pie, pasamos al treinta y ocho, si no más. Está avalado por los jesuitas, tan estudiosos y sabihondos ellos. Como para quedarse mucho tiempo por esta vida luciendo nariz y orejas descomunales. –“No, es que se me ha descolgado algo el lóbulo por usar pendientes grandes…” Justificación tonta, amigos.
Terrible querer usar los zapatitos como de Cenicienta que reencontramos en el zapatero y que costaron una pasta, reservados para bodas y eventos extras. Nada, no entran. Menos mal que la nariz va despacio, pero…las orejas. ¡Ay esas orejas tan monas y bien esculpidas! Las mismas que te gustaba lucir recogiéndote el pelo en un moño zorongo alto y feo sabiendo que allí estaban ellas, prestas a que el apuesto confidente se acercara y se quedase prendado de aquellas miniaturas. Todas nosotras con el pelo recogido luciéndolas…
Mis hijas, siempre salen por donde pueden ante algunas de  mis reflexiones:
–Mamá, vuelves a estar “eutrapélica”
Venga, queridos ex alumnos, echad mano de Google y buscad la  palabra EUTRAPELIA. (Nunca dejaré de ser maestra)





3 comentarios:

Tot Barcelona dijo...

Buen año ¡¡¡
Salut ¡

Perlita dijo...

Salut, amic!!

Unknown dijo...

Palabrita dominguera para mí!!!

Me gusta esta acepción: Donaire o jocosidad urbana e inofensiva.

Perlas del Segura