viernes, 4 de febrero de 2011

CAMINO DE LA DESESPERANZA

He estado en el célebre mercadillo de Majadahonda donde se puede encontrar de todo. Hasta hace unos meses, aun se tenía que andar dando codazos por algunas zonas para abrirte paso entre la cantidad de gente que aparece por allí desde muchos puntos de Madrid. El martes, sentí pena. El vendedor de abalorios hablaba quedamente con el señor que ofrece en su puesto unas prendas de piel auténtica preciosas y a buen precio.
-Esto se hunde, amigo...No vendo un euro...-Decía el segundo
-Pues yo, ni el latón que llevo por joyas puedo "echar" fuera. A ver qué le cuento a mi "parienta".

Recordé la triste y preciosa letra de esta canción.

19 comentarios:

María dijo...

Hola, Perlita:

Es increíble hasta donde estamos llegando, no se vende porque no hay para comprar, debido al paro, España se está hundiendo, y se ve a mucha gente de clase media pero que tiene que acudir a Cáritas para poder comer, incluso te puedes llegar a encontrar a personas buscando en los contenedores, esto es muy triste.

Muchas gracias por visitar mi blog, y me encantó que dejaras tu huella para poder conocer tu blog.

Volveré.

Un beso.

Mos dijo...

La verdad es que esta crisis está haciendo verdaderos estragos. Hay pocas familias donde no haya algún miembro en paro. La gente procura gastar lo justo e incluso en las rebajas, creo que se ha notado la falta de afluencia y no están vendiendo lo previsto.
Los políticos dicen que esto va a durar más de lo que se pensaba.Los mercados internacionales fluctúan cada día y lo que ayer era boyante, hoy tiene pérdidas. Los empresarios no dan trabajo. Hay paro entre universitarios y entre los que no han estudiado. No se consume porque hay miedo a quedarte en paro.
Aunque, por otro lado, sigo viendo muchos bares llenos los fines de semana; los puentes se agotan las plazas de los hoteles y los billetes de avión,etc.
Igual es que hay más desigualdades que nunca. No sé...
Malos tiempos, paisana.
Un abrazo de Mos desde su orilla.

Perlita dijo...

MARÍA:
¿Sabes qué es lo peor? Que parece que nos estamos acostumbrando a la situación y a veces pasamos de largo hasta ese pobre vergonzante que no se atreve a alargarnos la mano...
Un abrazo y encantada, Carmen.

Perlita dijo...

MOS:

Tienes mucha razón. Personalizar no es oportuno por si algún protagonista nos lee, pero gracias al sacrificio de no gastar en cosas que hacían ilusión y porque se podía, hoy van comiendo muchos. El drama es cuando esos ahorros, ese paro o ese finiquito se acaba y entonces...Muchísima gente está en esas circunstancias.Esperemos que esto no dure y que a los jubilados no nos falte eso que fuimos ganando con sudor y algunas que otras lágrimas...A los jubilados ni a nadie que está trabajando mucho ahora y que lucha por dar de comer a sus hijos.
Venga. No hay que ponerse dramáticos encima...
Un abrazo, Mos.

Javier Muñiz dijo...

Hola, bello blog,preciosas entradas.si te gusta la palabra en el tiempo,la poesía, te invito al mio,será un placer,es
http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
gracias, buen domingo, besos diversos.

Juan Patricio Peñalver dijo...

Pues sin desmerecer a nadie, no sé si es que soy el más joven e inexperto (y por ende el más iluso), pero todos esos lamentos (tanto de los vendedores, como los que expresais en los comentarios) no van conmigo en absoluto y no creo que aporten nada útil ni a uno mismo ni a los demás en una crisis como la que tenemos. Creo que tener una actitud positiva es fundamental para poder afrontar cualquier vicisitud, y por algo la economía también funciona así, en función de la confianza que haya en los mercados.

Por otro lado, la esperanza es lo último que se pierde. Para mí esos vendedores están desperdiciando el tiempo lamentándose y quizá si usaran un poco más la imaginación para intentar atraer a los potenciales compradores estarían un poco mejor. ¿Cómo esperan vender soltando mensajes tan fatalistas delante de la gente? Si te amargan y te recuerdan lo mal que están las cosas, ¿cómo te va a apetecer comprar?

Yo también veo la crudeza de todo esto, como el que más, y de hecho soy hijo de obrero y sé lo que es ir con el agua al cuello, pero también sé lo que es luchar para salir adelante y para currarse un porvenir. Sé que una actitud positiva es mucho más útil y necesaria que una negativa.

Nadie que esté pasando necesidades podrá acostumbrarse a una crisis como ésta, por mucho tiempo que dure. De hecho, lo peor no es que haya todas esas necesidades, sino la violencia que puede traer consigo y otras consecuencias indeseables. Pero insisto, nunca me han gustado las frases lapidarias (casi apocalípticas: "esto se hunde...") y mucho menos en tiempos de crisis, que es cuando ha de imperar la imaginación, el esfuerzo personal y colectivo, la energía positiva, la valentía y no el amedrentamiento.

Es mi humilde opinión y espero haberla expresado sin ofender a nadie.

Saludos.

PD.: Carmen, he contestado a tu comentario en mi blog. Muchas gracias.

Trini Reina dijo...

Antes bajaba a diario al centro de mi pueblo. Había veces que no compraba nada, pero llevaba dinero para algún caprichito ( en los moros o en los chinos o en el mercadillo de los viernes) ahora he dejado de bajar. La gente me pregunta, cuando me ve que qué me sucede que no bajo, que si estoy enferma, cosa que he de desmentir o, a veces, asiento y digo que tengo enferma la cartera:)

Sí, la cosa está muy difícil, sobre todo para los jóvenes, y, como bien dices en un un comentario, la gente se ha acostumbrado y está en plan pasota, esto último lo digo yo.

Un abrazo
http://poemasdeshanna.blogia.com

Perlita dijo...

LUGAREÑO:

No hay que confundir el pesimismo con la tristeza, amigo. Si no fuéramos optimistas,ya no merecería la pena luchar por salir del bache, ni esos vendedores se levantarían cada madrugada a ofrecer sus mercancías por los mercados que recorren. Un día les irá bien y otros les irá peor, pero estoy convencida, como muchos otros, como tú mismo, que son positivos y mucho y dirán que esto se tiene que acabar. En el interior de cada cual danza la esperanza del final feliz y siguen haciendo camino a ver cómo les sale cada minuto en su negocio.
Lo peor es que el optimismo abandona, por algo somos humanos, y aparece la tristeza y la angustia. Vete entonces a decirle a un padre de familia que no se lamente ni sea fatalista, ni pierda el tiempo en lamentaciones. Con la edad que tienes, el obrero vivía muy bien. Con cuentas, pero bien ¿O te faltó algo? Con mi edad, la obrera y viuda encima, que era mi madre, vivió...muy estrecha. Doy fe. Eso sí: nunca perdió el optimismo ese al que aludes, pero lleno de cuentas e inquietud en el día a día.
Seguro que nadie se ha ofendido. Lo bueno es ofrecer nuestras opiniones y sin pensar que todo esto nos puede llevar a cosas fatales. Esas cosas, yo creo que pasaron o al menos, es mi deseo más ferviente.

Me ha encantado tu comentario por lo que encierra de sanos deseos aunque...
Venga, un fuerte abrazo. Carmen.

Perlita dijo...

DON VITO:

Gracias por venir. Es un gran poeta y ese pueblo imaginario, debe ser precioso como todo Asturias.
Un fuerte abrazo, Carmen

Perlita dijo...

TRINIREINA:
Pero...¿Cómo se te ocurre bajar sin un euro, sin dinero a un chino? ¡Son un vicio! Además todos hemos de vivir y claro, compras una cajita de cristal que es utilísima pero para...nada y ¡hala! ya tienes un euro menos! Me has hecho mucha gracia porque yo siempre "pico" en los mercadillos y en los chinos dichosos.
Un beso, Carmen.

Juan Patricio Peñalver dijo...

Carmen, comparto en gran medida tu apreciación, así que poco más tengo que añadir. Simplemente pedir de nuevo disculpas por si mis palabras resultaron un poco intensas. Lo de ser hijo de obrero también fue una licencia que me tomé, sin tener en cuenta que tú misma o cualquiera de los lectores seguramente (aunque sea por edad) habeis asumido muchas más obligaciones, responsabilidades y adversidades que yo. Por supuesto que todos tenemos derecho a sentir tristeza, preocupación, congoja o incluso depresión, porque somos humanos y por tanto vulnerables, y de hecho casi nunca podemos controlar este tipo de emociones cuando nos inundan, pero por eso digo que (como tú misma decías) no hay que acostumbrarse a una situación como ésta, sino actuar en la medida posible, no perder las energías, ni la imaginación, ni las ganas de seguir luchando a pesar de cualquier contratiempo, problema, mala racha, vicisitud...
En fin, gracias por tu contestación y por tu visita a mi blog y, como te he dicho allí, espero noticias.
Un abrazo.

Susana Peiró dijo...

Qué tristeza Querida Amiga! En pocas líneas has transmitido mucho más que cualquier noticiero sobre el tema. Y es que sólo hay que mirar para "ver" y "sentir" dónde aprieta con más fiereza la crisis económica.

Creeme, en este lugar del mundo sabemos bien de qué trata el "camino de la desesperanza".

Mi Beso y Abrazo y mi propia Esperanza para todos los que le ponen el pecho una y otra vez a la economía de un país.

Enrique Sabaté dijo...

Anda, reina mora,
cómprame estos dijes,
verás que bien luces,
luego me lo dices,
llévatelos prenda.
¿Aún te resistes?.

Están duros los tiempos y nosotros con ganas de que se acaben.

Perlita dijo...

SUSANA:
Por lo que se ve nadie se ha escapado de esta racha tan mala que tenemos.
Luego, hay cosas que chocan porque hay quien no se acuerda de lo mal que lo están pasando algunos. La memoria es flaca cuando trata de recordarnos que el camino ha de andarse en igualdad de condiciones que los acompañantes aunque eso puede resultar duro.
Un beso, Carmen.

Perlita dijo...

ENRIQUE...

¡Viva el salero! Tú sí que sabes alegrar las cosas sacando la gracia de esta coplilla. Seguro que "la prenda", se llevaría los dijes, "los pelentes" "la pija" y "la putera"...¡Ah...!: Y un "colar"

Permíteme esta broma, y como ya no puede leerme el pobrecito, eso me dijo un pretendiente que era muy salado pero que no estaba muy bien. (Y ¿para qué voy a presumir de otros?) Este, me dijo que me iba a regalar todo eso pero en su lenguaje especial y que me sonó a música celestial: dije, pendientes,sortija, pulsera y collar...
Que Dios lo tenga en esa Gloria donde disfrutan los inocentes, y que a ti no se te acabe ni el repertorio, ni la gracia.

Un abrazo, Carmen.

gamar dijo...

Esas tormentas pasan. Desgraciadamente hay que pilotearla mientras tanto.
Al menos nosotros tenemos mucha práctica en eso.
Saludos

María dijo...

Venía a ver si habías escrito algo nuevo, pero te dejo mis saludos, deseándote una feliz semana.

Un beso.

Enrique Sabaté dijo...

Si no me los mercas
también te camelo,
la venta va floja
y esto te naquero:
no salgo de pobre
ni asino canguelo.

Un abrazo familiar.

Perlita dijo...

GAMAR:

Bien, esperemos que el temporal vaya pasando...Ya...Sabemos que por ahí también las cosas nunca fueron de color rosa.
Un abrazo desde esta parte. Carmen.

Perlas del Segura